miércoles, 7 de septiembre de 2011

la lectura del lector


El realizar conscientemente el proceso de lectura  se transforma en un momento de compromiso, generalmente cuando leemos no somos consientes que nos convertimos en parte directa con la lectura; pues como dice Iser “los libros solo existen por el lector”; y sin embargo en este ejercicio de darse cuenta que uno se esta viendo reflejado como parte integral de la lectura, pues solo así se es capaz de llegar a entender lo que implica leer.

 Para mi el proceso de lectura es de transformación, al leer pierdo mi forma física en el presente y me vuelvo en la sombra de los personajes, estoy ahí a cada momento que transcurre la historia y sin embargo mi pensamiento, mi opinión no es importante para la historia soy solo un espectador.

Al leer a Iser me  convirtió en un participante activo de lectura, pues me llevo a la memoria y al ponerme no solo del lado del lector sino del mismo escritor; el que desea ser leído hasta el final.

Es cierto hay autores apasionantes que al tomar su texto uno no puede dejarlo, la intensidad de su escritura va en aumento en cada palabra que se avanza; mas haya de la fascinación del tema o no. Mientras existen otros que solo ayudan a dormir.

Si bien el conocimiento o el interés por el tema es fundamental para la continuidad de la lectura,  creo que rescataría el poder llegar a ser leído de manera fluida, que el tema pueda llegar a ser revalorado y comprender que existen un sinfín de interpretaciones con un sinfín de metodologías lo importantes es la pasión que se ponga al tema.

Es interesante como al dejar un texto uno puede pasar a la eternidad sin darse cuenta.


imagen Cassatt Mary, Mrs. Dufee seated on a striped sofa reading, 1876, oil on panel, Museum of Fine Arts Boston MA.

lunes, 5 de septiembre de 2011

a partir de Georges Didi-Huberman


Al interpretar una obra tenemos que tomar en cuenta el momento histórico en el que se crea la misma; así como otros elementos que nos puedan de alguna u otra manera tratar de responder el por que el artista decide pintar lo que pinta.

Y no solo eso, el ahora para nosotros nos deja ver otra nueva interpretación de la obra a través del tiempo para llegar a redescubrirla.

En este caso la escultura de la Coatlicue realizada por los aztecas es empleada en, murales, cuadros de caballete, serigrafía  y litografía a lo largo de la primera mitad del siglo XX.

Cada uno de estos artistas le dio su toque personal para la utilización de sus obras ya fuera como elemento principal de su obra o como una pequeña parte de un todo.
Un ejemplo de ello es la obra de Miguel Covarrubias (imagen 1), en donde festeja como es llevada esta colosal escultura a una exhibición de arte mexicano en la variada y agitada ciudad de  Nueva York de los años cuarentas. La importancia de las culturas antiguas es apreciada por todo tipo de personajes; políticos, artistas, aristócratas, etc.

Imagen 1. Covarrubias Miguel, new York’s Favourite Opening Nights- The Museum of Modern Art,  1940, gouache. Yale University Art Gallery, New Haven, Connecticut. Regalo de Sra. Rosa R. De Covarrubias[1]

Es la representación de Covarrubias de la Coatlicue, darle el lugar que esta se merece al ponerla como elemento principal dentro de su obra, en ella todos los personajes se ubican alrededor de ella, le dan la importancia que los aztecas tenían de ver la obra por todos sus puntos, los cuales eran fundamentales para los aztecas así como admiran a la escultura.

Otra obra que retoma diferentes historias y culturas es la de Frida Kahlo (imagen 2) en ella la importancia de la Coatlicue es como un conjunto de dioses, la dualidad de la obra, la composición se divide en tres. Se ubican en la parte superior dioses, del lado izquierdo prehispánicos y del lado derecho de otras culturas como egipcia, griega, pero también la cristiana.
La Coatlicue tiene gran colorido en esta representación así como gran importancia dentro de este panteón de dioses.
En esta obra el conocimiento de deidades de diferentes culturas, así como grandes pensadores de todos los tiempos y el desarrollo de un pasado a partir de diferentes culturas es lo que fomenta esta construcción de la obra.

Imagen 2 Kahlo Frida,  Moisés (nacimiento de un héroe),  1945, óleo sobre masonite, 94 x 50.8 cm., colección privada






[1] James Oles, South of the border: México en la imaginación norteamericana 1914-1947, Washinton, Smithsonian Institution Press, 1993 p. 143

a partir de Erwin Panofsky


Caminando por la calle de Cabañas se llega al numero 8, es en este lugar donde se ubica la obra del pintor mexicano José Clemente Orozco; el cual esta dedicado tanto a la Conquista como a la Colonia así como los tiempos modernos.  Orozco interpretó en esta serie de murales el choque cultural de los indígenas con los españoles y sus consecuencias.

Si bien esta obra monumental se conoce mayormente lo que fue pintado en la cúpula conocido como “ hombre en llamas”, para este trabajo quisiera mencionar lo que se encuentra en una de las puertas laterales de la capilla.

En la parte superior se ubica una representación de la escultura de la Coatlicue, diosa de la tierra, la fertilidad y madre de los dioses aztecas, sin embargo en esta representación podemos observar otra faceta de la diosa, con tonos monocromáticos tanto de fondo como la escultura misma.

Imagen 1. Orozco José Clemente, El Sacrificio  1937, fresco,  Hospicio Cabañas, Guadalajara,  Jalisco,  México

Coatlicue aparece con las armas pertenecientes a Diana; diosa romana de la caza y la protección, la falda es transformada por un taparrabos que tiene evocaciones de piel de serpiente, y sus dos cabezas han sido fusionadas en un solo rostro; pero aún así no pierde la monumentalidad de la escultura que representa.
Quizás lo más sobresaliente es la forma en que la Coatlicue es utilizada como creadora de hombres, guerreros, indígenas; que al nacer ruedan, quizás para de alguna u otra manera tratar de proteger de los españoles, es esta Coatlicue convertida en una maquina de procreación de soldados lo que Orozco quería demostrar, o es un sueño el que le hubiera cambiado la historia de la Conquista.


Imagen 2. Acercamiento. Orozco José Clemente, El Sacrificio  1937, fresco,  Hospicio Cabañas, Guadalajara,  Jalisco,  México