lunes, 5 de septiembre de 2011

a partir de Erwin Panofsky


Caminando por la calle de Cabañas se llega al numero 8, es en este lugar donde se ubica la obra del pintor mexicano José Clemente Orozco; el cual esta dedicado tanto a la Conquista como a la Colonia así como los tiempos modernos.  Orozco interpretó en esta serie de murales el choque cultural de los indígenas con los españoles y sus consecuencias.

Si bien esta obra monumental se conoce mayormente lo que fue pintado en la cúpula conocido como “ hombre en llamas”, para este trabajo quisiera mencionar lo que se encuentra en una de las puertas laterales de la capilla.

En la parte superior se ubica una representación de la escultura de la Coatlicue, diosa de la tierra, la fertilidad y madre de los dioses aztecas, sin embargo en esta representación podemos observar otra faceta de la diosa, con tonos monocromáticos tanto de fondo como la escultura misma.

Imagen 1. Orozco José Clemente, El Sacrificio  1937, fresco,  Hospicio Cabañas, Guadalajara,  Jalisco,  México

Coatlicue aparece con las armas pertenecientes a Diana; diosa romana de la caza y la protección, la falda es transformada por un taparrabos que tiene evocaciones de piel de serpiente, y sus dos cabezas han sido fusionadas en un solo rostro; pero aún así no pierde la monumentalidad de la escultura que representa.
Quizás lo más sobresaliente es la forma en que la Coatlicue es utilizada como creadora de hombres, guerreros, indígenas; que al nacer ruedan, quizás para de alguna u otra manera tratar de proteger de los españoles, es esta Coatlicue convertida en una maquina de procreación de soldados lo que Orozco quería demostrar, o es un sueño el que le hubiera cambiado la historia de la Conquista.


Imagen 2. Acercamiento. Orozco José Clemente, El Sacrificio  1937, fresco,  Hospicio Cabañas, Guadalajara,  Jalisco,  México

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